Panna cotta: curiosidades y orígenes
Se suele decir que los mejores postres son los más sencillos, porque son del gusto de todos y se pueden hacer de muchas maneras. ¿Un ejemplo? Panna cotta.
Convertida en un clásico de la repostería italiana y en uno de los postres más apreciados del mundo, la panna cotta tiene una historia llena de giros y orígenes más antiguos de lo que te puedas imaginar…
La «receta original» y los ingredientes de la panna cotta piamontesa
Algunas fuentes datan la receta de la panna cotta a principios del siglo XX, y se originó en Italia, concretamente en el Piamonte.
Se dice que una mujer húngara que vivía entonces en la región de las Langhe creó una especie de pudín aromatizado con bayas de vainilla combinando unos humildes ingredientes: nata, leche, azúcar y unos gramos de gelatina.
Luego, en los años sesenta, la receta original de la panna cotta fue puesta por escrito por un extraordinario cocinero: Ettore Songia, chef del restaurante con estrella I tre citroni.
Quizá sea por el origen centroeuropeo de la dama, o quizá que la palabra «panna» no exista en piamontés, sino que se utilice la fórmula «fior dël làit» (flor de leche), lo cierto es que la duda persiste: ¿es realmente posible que la invención de la panna cotta tenga sus raíces sólo en el Piamonte?
El ancestro medieval de la panna cotta del Norte: Moos Hwit
En la tradición pastelera de toda Europa, existen muchas variantes de Bianco mangiare muy similares a nuestra panna cotta: en Inglaterra, Grecia, Francia… Pero sobre todo en Dinamarca.
El Libellus De Arte Coquinaria, escrito a principios del siglo XIII, es una de las colecciones de recetas más antiguas del mundo y contiene, gracias a la mano del médico y botánico danés Henrik Harpestræng, el Moos Hwit.
¿Y de que se trata? ¡Un postre de cuchara con ingredientes idénticos a la panna cotta!
Pero si el Dr. Harpestræng decidió poner la receta de Moos Hwit en un libro de cocina, significa que el postre es conocido y apreciado desde hace mucho tiempo… En otras palabras, ¡la panna cotta podría tener incluso orígenes vikingos!
La panna cotta de RivaReno: tan fresca como el helado
Ya sea escandinava o piamontesa, en RivaReno nos gusta la panna cotta. Y mucho.
Porque es un postre delicioso, fresco y delicado, que realza nuestra pasión por la excelencia de las materias primas.
Nuestra panna cotta tiene el sabor de la mejor flor de leche, procedente de granjas seleccionadas, y una cremosidad incomparable.
Lo producimos en porciones individuales y lo adornamos con muchos sabores diferentes: desde bayas hasta caramelo, desde fresa hasta chocolate.
¡Ven a probarla en nuestros talleres!